… para las pyme
Si es usted lo que denominan “un emprendedor”, posiblemente vea en la contratación de personal una constatación del éxito empresarial. Quiere rodearse de los mejores profesionales. Si solo ha sido capaz de llegar hasta aquí, impulsado por un gran equipo podrá crecer, expandir su negocio y alcanzar mayor éxito. Por el contrario, si es usted un empresario de pyme de toda la vida, posiblemente no quiera ni oír hablar de crecimiento basado en la contratación de personal, es un firme defensor de la subcontratación, la robótica y la automática. La cuestión es que los dos tienen razón y no representan más que una visión de una misma realidad, desde diferentes estadios de la vida profesional.
Una gran visión sin grandes personas es irrelevante – Good to Great: Por qué algunas empresas dan el salto … y otras no – Jim Collins
En este mismo sentido faltaría una tercera perspectiva, la del emprendedor de éxito, con gran visión y capacidad comercial, que logró llevar su pyme al estadio de gran empresa. Una “rara avis” a la que, seguramente favoreció la suerte en momentos cruciales y supo aprovechalos. Normalmente, una persona con contactos de alto interés y/o capacidad para generarlos, capaz de acceder a la financiación necesaria, de aportar un valor diferencial al mercado, o de hacer que así parezca a través de una comunicación eficaz. Seguramente una persona capaz de implicar en su proyecto a los que le rodean y rodearse de los mejores profesionales de cada área, personas con la actitud adecuada y mejores que él en cada una de las diferentes áreas de especialización. El primero, seguro, su director de recursos humanos.
Si decide prestarnos su confianza, vamos a hacer todo lo necesario, para que cada proceso de selección sea el inicio o continuación de una larga relación profesional con su empresa.
Con independencia del estadio en el que nos encontremos, creo que todos estamos de acuerdo en que la contratación es un proceso crucial para las empresas, sobre todo para las pyme. El proceso de una buena selección de personal no es nada sencillo y un mal reclutamiento, además de generar un alto coste directo, incide siempre sobre la imagen, la motivación, la competitividad y la capacidad de la empresa para lograr sobrevivir y crecer.
Salida de un trabajador, baja laboral por maternidad, accidentes o enfermedad, motivos estructurales y de planificación, nuevas áreas de negocio, necesidades derivadas de un crecimiento estructural o coyuntural …
Antes de contratar, valore la posibilidad de externalizar. Una de las principales características de la pyme es su capacidad para poder adaptarse a un entorno cada día más incierto. No pierda esa ventaja competitiva, hasta que no resulte imprescindible.
Un especialista en selección de personal, con experiencia y conocimiento del mercado laboral, le puede ayudar a definir un perfil de candidato, que se adapte a las características del puesto y pueda encajar en el marco de condiciones que puede ofrecer la empresa.
No existe ninguna oferta laboral inapropiada, lo único poco apropiado puede ser la elección del perfil de los profesional a los que se les va a proponer.
La decisión que tome al respecto va a afectar directamente al clima laboral, la motivación, el compromiso con la empresa… e influirá significativamente sobre la estructura organizativa, la cultura, experiencia, conocimiento compartido, la productividad, resultados, eficiencia y dedicación…
Una de las mejores opciones suele ser establecer un sistema intermedio entre promoción interna y reclutamiento externo.
Involucrar candidatos de su entorno personal o del de sus clientes, amigos o empleados, puede tener consecuencias difíciles de controlar. Si decide hacerlo suele ser conveniente hacerles participar en el proceso de selección junto al resto de candidatos. De este modo se establece una barrera psicológica que delimita el ámbito profesional y el particular, al tiempo que “se evita” transmitir una percepción generalizada de trato de favor.
No hay posibilidad de selección sin un reclutamiento previo. Durante la fase de reclutamiento hay que ser capaces de atraer un número suficiente de candidatos motivados, capacitados y, a priori, idóneos para cubrir el puesto. De lo contrario, el éxito quedará en manos del azar y no del conocimiento y la experiencia.
Defina las diferentes alternativas (internas y externas), modelos, metodologías y diferentes escenarios de éxito. Después, analice los costes que generará cada uno de ellos:
- Costes materiales: En su caso, publicidad, gastos de comunicaciones, alquiler de locales e infraestructura tecnológica, adquisición de herramientas informáticas y material de apoyo …
- Costes de personal: Coste de oportunidad de los profesionales asignados a esta tarea, más, en caso de ser precisos, gastos de desplazamientos y dietas.
- Costes de integración: Formación, adaptación, cultura de la empresa, evaluación y seguimiento durante los primeros meses y, en caso de mala contratación, reposición del profesional.
- Coste de subcontratación: El coste que originen los técnicos de recursos humanos externos o especialistas en selección de personal.
En una ocasión, tras entrevistar a un candidato realmente brillante para el puesto, el director de mi departamento me dijo muy seriamente, “NO, si le cogemos, este nos pasa por encima de la cabeza en dos meses”. No es conveniente que la decisión quede en manos de personas que pueden anteponer sus intereses personales a los del conjunto de la organización; pero tampoco es bueno dejarles fuera.
Delegar parte del proceso en expertos externos, es la forma ideal de garantizar la objetividad en el proceso, de no caer en la endogamia, de evitar supuestas obligaciones y eludir compromisos no adquiridos. A la par que se garantiza la idoneidad de las nuevas incorporaciones y la imparcialidad en los procesos de promoción interna.
Si, por cualquier razón, en esta ocasión decide hacerlo usted mismo, en la Web andaluciaemprende.com encontrará un manual que le puede servir de guía. Nosotros quedamos a su disposición ahora y en el futuro para ayudarle en lo que pueda necesitar y esté en nuestra mano.
Trece remeros, un patrón y tres millas náuticas por delante, ¿se le ocurre algo más parecido a una PYME? leer más →